75
75° nace del diálogo entre precisión y calidez. La colección se define por su inclinación característica, un corte a 75 grados que transforma la madera en geometría y convierte el equilibrio en expresión. Cada pieza sugiere un movimiento silencioso, una pausa traducida en forma. La veta pasa a formar parte de la composición, revelando la belleza táctil que define el espíritu del escaparatismo.
Las piezas interactúan de forma natural con la luz y con el material, proponiendo un ritmo sutil que potencia el producto sin imponerse. Pertenecen al lenguaje espacial del visual merchandising, donde estructura y atmósfera conviven para modelar la percepción.
Cada prop enlaza artesanía y proporción, permitiendo que los objetos habiten el espacio con gracia y orden.
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75° nace del diálogo entre precisión y calidez. La colección se define por su inclinación característica, un corte a 75 grados que transforma la madera en geometría y convierte el equilibrio en expresión. Cada pieza sugiere un movimiento silencioso, una pausa traducida en forma. La veta pasa a formar parte de la composición, revelando la belleza táctil que define el espíritu del escaparatismo.
Las piezas interactúan de forma natural con la luz y con el material, proponiendo un ritmo sutil que potencia el producto sin imponerse. Pertenecen al lenguaje espacial del visual merchandising, donde estructura y atmósfera conviven para modelar la percepción.
Cada prop enlaza artesanía y proporción, permitiendo que los objetos habiten el espacio con gracia y orden.
En el interiorismo, 75° introduce una sensibilidad arraigada que vincula el material orgánico con la claridad arquitectónica.
Ya sea sosteniendo joyería, textiles o pequeños accesorios, convierte el acto de exhibir en un estudio de la proporción, una reflexión sobre cómo la forma puede comunicar serenidad a través de la exactitud.